lunes, 28 de noviembre de 2011

Un Universo Extraño

No era muy tarde, serían las 5 de la tarde más o menos, cuando me entró una llamada, era de un conocido que trabajaba en la NASA, me dijo:

-Hey hola, ¿Cómo estás?

-Bien bien ¿Y vos?

-Bien, che te quería preguntar, ¿Todavía estás interesada en viajar al espacio?

-¿al espacio?, POR SUPUESTO, me encantaría, sería un sueño hecho realidad, pero ¿se puede saber a que viene la pregunta?

-jajajaja, si si, pasa que acá están haciendo un programa o evento como lo quieras llamar, para llevar personas que estén interesados en el espacio, y que tengan una cualidad muy especial, que tenga mente de artista, sea pintor, escritos, bailarín, músico.. es para…

-ña, ña, si si, acepto con gusto…hay que emoción, ya quiero ir para allá, ¿Cuándo me tengo que presentar?, ¿tengo que llevar algo?

-jajaja, que emocionada que estas que ni siquiera me dejaste terminar, jajaja

-ups!, lo siento, si continua, jejeje

-jaja, todo bien, no hay drama, bueno como te seguía diciendo, es para hacer un estudio, ya que ellos ven cosas que otros no, ósea lo ven con otros ojos, y bueno por hay encontraban algo importante o interesante, que nosotros no, ya que ustedes tienen otra forma de mirar.

-hu! Que interesante, me encantaría

-jejeje, si me lo supuse por eso te llame

-jajaj, que tierno, pero bueno, ¿Cuándo tengo que ir, a donde, como, tengo que llevar algo?

- si si, no te preocupes, es mucha información así que te la mando por correo en un ratito cuando llegue a la oficina.

-dale dale, y muchas gracias.

-no todo bien, un placer, nos estamos comunicando

-bueno dale, dale, un beso que andes bien.

-igualmente, chau chau

-chau.

Esa noticia me causo tal emoción, que me puse a llorar de felicidad, por fin, por fin iba a cumplir mi sueño y viajar al espacio, ver los planetas, las estrellas, el sol en todo su esplendor e iba a poder pasar por casa, o verla aun quesea de lejos, mi hermoso y bello Urano!, y mi segunda casa Neptuno y la Luna, y ver a mi primito Antares, la verdad que era maravilloso, no lo podía creer, solo en mis mas hermosos sueños pasaba esto, y ahora era realidad, iba a ir al espacio por primera vez en mi vida, y lo iba a ver con todo su esplendor, sin contaminación lumínica, ni ruidos, nada de nada, esto sería espectacular.

A los dos días mas o menos me llego el correo, me sentía un poco enojada, o con miedo de que este chico hubiera cambiado de opinión, ya que supuestamente ese mensaje lo tendría que haber recibido ese mismo día, pero cuando lo abrí y vi el contenido no pude evitar pegar un grito de emoción, el viernes viajaba a E.E.U.U para ir a la NASA, ellos me pagaban el pasaje, e iba a poder quedarme allí, una semana, viendo los centros de investigación, con una guía, que me valla explicando todo. Eso fue mucho mas de lo que me imagine, verdaderamente me sentía feliz.

Llego el día esperado, en el cual partía a ese país, me temblaba todo el cuerpo, no solo por mi fobia a los aviones y alturas, sino que por la gran emoción que sentía. No se cuanto duro el vuelo, porque yo sentí que se izo infinito, sentía que no llegaba mas a mi destino, pero por fin llego, desembarque y allí estaba mi amigo de pelos oscuros y ojos marrones, esperándome para llevarme a mi alojamiento, y empezar con las practicas de astronauta para poder realizar la travesía.

Pasaron como un mes, el entrenamiento era duro y extenso, prácticamente todo èl día, la comida no era de la mejor, que nos estaban preparando para comer lo que se come allá arriba, que por cierto era horrible, o por lo menos para mi, pero bueno eso no tiene importancia jaja, y todos los días teníamos una hora de visita guiada, donde nos explicaban los instrumentos, los mecanismos y esas cosas, entendí menos de la mitad de todo eso, pero lo que mas rescato es que nos dejaban usar los telescopios, y no era un telescopio cualquiera, eran LOS telescopios, como decimos acá, el SEÑOR telescopio jajajjaa!....

Llego el gran día, me estaba poniendo mi traje para salir de la tierra, me sentía muy nerviosa, parecía ser la única con tal emoción, ya que todos parecían muy tranquilos, muchos eran escritores y pintores, había 1 bailarín y 3 músicos, todos ya listos para abordar a la nave, yo era la única que me estaba demorando, va demorando no, todavía faltaba para despegar, pero a comparación de ellos, parecía que los atrasaba, de todas formas todos estaban hablando muy abiertamente, como siempre soy la única desubicada que se aleja del grupo, pero ese día no me importaba, ya iba a tener tiempo de platicar con ellos si se me apetecía, ya que en ese inmenso lugar íbamos a estar como un mes mas o menos. Ya era la hora y yo por fin estaba preparada, 5 minutos antes, no lo podía creer, estaba lista antes de tiempo y no demore a nadie, nunca en la vida me había pasado eso jajaja, pero en fin, ya estábamos todos listos para comenzar la aventura espacial, salimos, subimos, nos acomodamos tal cual nos habían enseñado, y la nave comenzó a ascender, cuando salimos de la atmosfera todos comenzaron a aplaudir, me sentía feliz, mi corazón me latía a mil por segundo, sentía calor, me sudaban las manos y mis ojos parecían dos cristales sumergidos en agua, ya que no podía parar de llorar, eso fue tan hermoso, fue una de las sensaciones mas lindas que logre sentir en mi vida, tan así, que ni se como describirlo, pero me acuerdo y siento que se me corre electricidad por todo mi cuerpo y me da un escalofríos.

Ya estábamos afuera, todo parecía ser tal cual como me lo habían pintado o enseñado, solo que una belleza indescriptible, estaba atontada mirando por la ventanilla, fui la que estuvo días y noches pegada al vidrio observando cada detalle, cada rayito de luz, todo, todo, el resto perdió el interés por así decirlo en el 3º día mas o menos, yo les preguntaba porque perdieron el ánimo así, y me contestaron “ya vimos suficiente, a partir de ahora es siempre igual, no cambia nada, y ya nos aburrimos”, mi reacción fue tal, que todos se quedaron callados y se comenzaron a atajar diciendo cosas, “yo solo vine porque me dio curiosidad, no porque me interesara realmente el espacio, allá abajo acá arriba vemos exactamente lo mismo”, “no es que mira, también hay cosas que hacer acá adentro, no podemos dejar todo así nomas, también hay que probar si se pueden hacer tal y tal cosa por que como no hay gravedad, sería muy gracioso o no ven mira mira”, “no nos mires así, si muchos de nosotros nos acercamos a mirar por la ventanilla a ver si cambia el panorama”…decidí pegar media vuelta y volver a mi lugar habitual en la nave, la ventana, no quería seguir escuchando esas tonterías, me parecían totalmente absurdas, como era que no podían notar tal magnificencia, tan perfección allí afuera, después de tener pensamientos negativos, decidí no amargarme, y seguir mirando.

Todo iba bien, vimos a mercurio con su color gris plata, Venus tan naranja , la tierra desde afuera, la luna en toda su magnificencia, a Marte tan imponente a Júpiter con su gran mancha roja, a Saturno con esos anillos a su alrededor, la verdad es tanto para describir, de sensación, de miradas, de todo lo que vi en ellos, que no me alcanzaría la vida para describirlos. Cuando supuestamente llegamos a Urano, mi bello y hermoso planeta, no me encontré con él, me quede totalmente sorprendida, eso si me izo dudar si todo lo que estuve viviendo era un sueño o no, abría y cerraba los ojos, para ver si solo era mi imaginación, para ver si eso que estaba viendo era real, también había otro de los tripulantes mirando por la ventana, y tenía la misma expresión que yo, y comenzó a llamar a los demás, todos los que estábamos presentes teníamos las mismas caras, de asombro, de extrañeza, de ¿esto es un sueño o es realidad?, y parecía ser que si, era realidad, el planeta Urano, el planeta del viento, era un planeta de ALGODÓN!, si, así como lo leen, de algodón, era de un blanco brillante, mas brillante que la luna, mucho mas esponjoso que una lana de ovejas, te daban ganas de salir y tirarte en él parecía tan cómodo, tan esponjoso, que no se podía evitar, le pregunte al supervisor que estaba encargado del grupo si se podía salir de la nave, quería ver eso, sin un nada a mi alrededor, solo tener la vista fija en ello, y sin oír nada, el lo pensó un momento y nos dejo salir, salimos todos, algunos me dijeron “que buena idea que tuviste”, “muchas gracias, pensé que eso no se podía hacer y por eso ni pregunte”, etc. Estábamos todos afuera, ninguno pronuncia palabra alguna, era tan lindo, y tan extraño a la vez, yo sentía que había entrado a otra dimensión o alguna obra de Salvador Dali, era tan surrealista que no dejaba de fascínate. Cuando paso un tiempo, no se cuanto, porque la verdad había perdido el sentido del tiempo hace mucho, el supervisor nos informo que era hora de entrar que faltaba mucho mas que ver, todos entraron despacio, pero al fin y al cabo, entraron igual, fui la única que no siguió la orden, seguían llamándome pero no les prestaba atención, no me interesaba, prefería retrasarlos o que me retaran que perderme esa vista que tiene tanto que observar, sentir, investigar, sebe que tarde demasiado y me llamaron tantas veces que uno de mis compañeros de viaje me agarro del brazo y me rastreaba para adentro de la nave, cuando entre y logre entrar en razón y salir de ese estado en el que me encontraba, pedí disculpas, todos me entendieron y comenzaron a reír, y me dijeron que trate de no volver a hacer eso, ya que no podíamos atrasarnos tanto porque teníamos una hora y un día fijo para volver, prometí hacer el intento, nunca mencione que no lo volvería hacer, ya que ellos mismos me dijeron “trata de…”, en fin, todos nos pusimos en la ventana y veíamos como nos alegábamos de “Urano de algodón” .

Después de un tiempo parecía que todo era lo mismo de siempre, ojo con esto no quiero decir que deje de mirar la belleza que tenía delante de mis ojos, o que se me bajaron los ánimos o las ansias, sino todo lo contrario, casi ni quería dormir o comer, porque quería permanecer allí para ver si lograba ver algo como habíamos visto, o para comprobar si eso había sido una fantasía, una ilusión, o si era verdad. Llegamos a Neptuno, y otra vez, no era como me lo habían pintado o como me lo imaginaba en la mente durante años, otra vez estaba en ese mundo surrealista, era un planeta si, pero adivinen de que, de caramelos, dulces, chocolates, en resumidas cuentas de golosinas, quería salir a toda costa y entrar allí a probar un dulce, así sea del tamaño de un granito de arena, pero como me lo suponía, no íbamos aterrizar, solo nos dejaron salir nuevamente, mis ojos estaban clavados en el chocolate jaja, como es de esperarse, pero bueno en fin, por decirlo de una manera vulgar se me caían las babas, quería ir hasta allí, sea como sea, comencé a alegarme del resto, me dieron un aviso por el comunicador de que no me alegara, me detuve, pero las ansias de estar allí fueron mas fuertes, y seguí avanzando, hasta que me detuvieron agarrándome del cordón que nos unían a la nave y me dijeron “no puedes ir hasta allí, es peligroso, además eso no es parte del programa, si quieres volver a salir en la próxima vista devuélvete, sino solo tendrás que mirar de adentro mientras los demás salen a mirar la bella vista del astro que le sigue”, eso me malhumoró bastante, pero no me quedaba de otra, volví a mi lugar inicial “caminando” en reversa, y seguí contemplando el dulce paisaje, hasta que llego la hora de regresar a la nave. Esta vez no quise mirar por la ventana, porque sabía que me iba arrepentir por haberle hecho caso a esas advertencias, así que me quede en otra parte pensando en ese lugar tan extraño, y sentí la sensación de miedo, de miedo que no sea verdad, de que todo eso fuera un sueño, de que solo mis ansias de viajar al espacio me estén haciendo soñar y que no sea realidad todo eso, me entraron unas ganas de llorar inmensas pero supe controlarme, en ese momento cambie mi actitud, poco y nada observaba por el cristal, y me entretenía con cosas insignificantes jugando con la gravedad, era cierto era entretenido, pero ha veces me entraba un aburrimiento que madre santa me desesperaba.

Y nuevamente otro astro, el ultimo del planeta solar, o había sido el ultimo planeta, Plutón, me dije a mi misma que quizás yo me estaba imaginando todo eso, y ahora que estaba desanimada quizá vea a Plutón como me mostraban los libros de ciencia, o como salía por internet, me asome, y no, no vi al pequeño planeta gris mas alegado y frio y nuestro sistema, sino que otra vez caí en esa imagen de dimensión desconocida, de un juego sucio de mi inconsciente, pero de todas formas observe, e hice lo mismo que los demás, salir afuera, pero esta vez, me encontraba mas atrás que las veces anteriores, tenía una persona al frente mío, sin obstruirme la visión, pero la podía ver con el rabillo del ojo, era un poco molesto, pero no le preste importancia, estaba mirando ese astro raro, ese astro con guitarras, pianos, contrabajo, baterías, y con todos los instrumentos que hay desde un toc toc asta una gaita. Me gusta mucho la música, lo admito, pero no se si era mi decepción de que te todo era un sueño, o así lo creía yo, o que era realmente, pero no me sentía tan atraída por el 9 planeta, antes de que nos dieran la llamada de aviso para entrar, entre, y lo mire de la pequeña ventanilla redonda. Muchos se sorprendieron, ya que hace días estaba actuando algo “raro”.

Cuando ya estábamos todos abordo, comenzó el plan regresar a casa, al planeta tierra, y pisar suelo firme otra vez, y que hubiéramos conocido lo que hay mas allá de Plutón, pero como hicieron tres paradas inesperadas y pudimos ir, pero que si había una próxima, alargarían el recorrido para ir mas lejos, y que aquellos que estén interesados en volver podrían hacerlo. En mi mente, mientras el hombre al mando hablaba, se me cruzaban ideas como, si claro inconsciente, no voy a caer en tu trampa de nuevo, no quiero volver a sentir esa sensación de decepción, mientras estaba a mitad de mis pensamientos una mujer, que formaba parte del grupo de escritores se me acerca despacio interrumpiendo mi camino mental y volviéndome a donde me había quedado, en la nave, la mire acercarse, no tenia mas de 50 años de edad, era de cabellos rubios hasta los hombros, con ojos verdes, y una estatura normal para mujer. Cuando llego a mi, se puso a mi lado, y me dijo, “ no te desanimes, que todo lo que te ayas imaginado, o ayas visto, o aprendido en la tierra, no sea igual acá en el espacio no quiere decir que no sea real, que se un ensueño, claro que no, todo esto sea real, así sea en lo que llamamos vida real, en sueños, o en pensamientos, ¿acaso, no sentiste emoción, nerviosismo, ansias, alegrías, curiosidad entre otra montonera de sensaciones y emociones mas en todo este recorrido, desde que te subiste al avión de tu ciudad, hasta este mismo instante?, si sentiste algo, sea real o ficción, es verdadero, los sentimientos no mienten y no engañan, puede que otros te traten de loca si dices que viste un planeta era solo y exclusivamente de osos de peluche, o de animales o de insectos, pero vos lo viste y lo sentiste, asique no te desanimes y no dejes que pensamientos negativos te arruinen el viaje”, dicho eso me abrazo como una madre abraza a un hijo, me sonrió y se dirigió a la ventana. Me quede unos minutos pensando en esas sabias palabras, y dije “bueno vasta de estar amargada que los viajes se disfrutan”, acto seguido me levante y pegue el ultimo vistazo por la ventana, ya que nos estaban llenado a todos a nuestros lugares porque el regreso iba a ser a una gran velocidad, porque estábamos demorados. Nos colocamos en esa especie de asientos que nos habían dado en un principio, pero mi mirada seguía clavada afuera, en ese ventana, y les iba diciendo adiós a todo aquello que conocí con unas lagrimas en los ojos, y una hermosa sonrisa en la cara, se me fueron todas las dudas, eso, definitivamente era real, y me despedía en mi mente de cada sentimentero que nos alejábamos para regresar a la tierra. Allí estaba nuestra madre, esperándonos con los brazos abiertos, esperando que entremos en su atmosfera, era tan perfecta, y hermosa, que otra vez comencé a largar lágrimas, y feliz le dije un bello

-Hola madre tierra, muchas gracias por haberme creado y conocerte desde dentro y desde fuera, por dejarme conocer a tus hermanos y a tu padre el rey sol. Fue hermoso, y me siento feliz, muchas gracias madre, te quiero.

FIN.

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